Científicamente, se explican una serie de patrones o procesos identificados por los investigadores sobre la forma en que tanto las mujeres como los hombres se sitúan a sí mismos en las relaciones sentimentales, en relación al abuso emocional.
Muchas veces estos patrones donde se encuadran las relaciones de abuso emocional vienen repetidos por la familia de origen y la sociedad y son aprendidos de manera mimética por simple observación de las conductas familiares o sociales.
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Rol del abusador:
1a.
Enganchamiento: al principio es encantador, posicionándose a si mismo como maestro benevolente, más adelante establecerá sus condiciones sobre esta base. El mecanismo utilizado en esta fase es "ser encantador".
1b.
Dominación: Se posiciona como maestro de su casa, con un estatus de decisión y poder superior a su pareja, a la que considera con un estatus inferior. El mecanismo utilizado en esta fase es la "posesividad extrema y el aislamiento".
1c.
Explotación: Se posiciona como explotador, el objetivo es tener a la víctima a su disposición para explotarla según sea necesario. El mecanismo es la posesividad extrema y el aislamiento para poder llevar a cabo la dominación y explotación financiera y sexual.
1d.
Agresión: Se posiciona como explotador agresivo, la agresión puede ser física o no, suele haber un comportamiento amenazante "te vas a enterar", comunicación abusiva verbal "sutiles mensajes abusivos dirigidos a su conyuge por el abusador, de manera que incluso dichos en público son recogidas por su cónyuge y no necesariamente por los que la rodean" (Malherbe, 2006) y no verbal como silencios y no respuesta "viviendo con un silencio pedregoso, la hostilidad y el desprecio frío es doloroso y la víctima se deshumaniza al no ser consideda digna de comunicarse".
En esta fase de agresión es donde tiene pleno sentido la estrategia del abusador de aislar, de manera que la víctima no pueda comunicarse con nadie para pedir ayuda o salir de la angustia provocada por el aislamiento.
1e. Justificación: el abusador se siente justificado en su comportamiento ya que considera que su pareja no cumple con su obligación, ocuparse de sus necesidades y sólo de las suyas, y está justificado castigarla por no estar a la altura de sus expectativas. Para ello utiliza cuatro mecanismos. El primero es la Desviación de Responsabilidades (el culpable no es él, si no la mujer por sus errores y por lo que hace que se irrite, como por ejemplo desafiar su autoridad); el segundo mecanísmo es Ser la Víctima (el abusador se presenta como "la víctima casada a la que tratan de corregir su sentido de masculinidad cuestionada e inestable", esta experiencia se ha descrito como un
sentimiento de "identidad de género frustrada; lo que significa la incapacidad de mantener o adoptar adecuadamente una posición sexista que dé lugar a una crisis, real o imaginada, de auto-representación y/o evaluación social"; el tercer mecanismo de justificación es la Pérdida de Control, es decir, el abusador justifica sus agresiones por la pérdida de control y las mujeres maltratadas caen en esta justificación al creer que el abusador está patológicamente fuera de control, aunque varias investigaciones han comprobado que en realidad el abusador no está fuera de control (Saunders, 1992; Weisstein, 2000) ya que el comportamiento controlado sigue siendo una opción, y por último el cuarto mecanismo es la Minimización y Denegación, para el hombre el abuso emocional y psicológico no es tan hiriente y dañino como la violencia física.
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El rol de la mujer víctima de abusos (lo expuesto aquí tanto para abusador como para víctima son patrones detectados que no tienen por qué cumplir todas las personas, por ejemplo hay mujeres que han vivido en su familia ese papel de víctima y lo siguen reproduciendo, y hay otras que no han sido víctimas pero que se ven en esa situación cuando su pareja o conyuge comienza a ejercer abuso sobre ellas, cosa que normalmente sucede cuando la relación se ha consolidado una vez formalizada la relación o cuando ya hay hijos en la pareja).
2a.
Posicionamiento en el
Miedo y la
Ansiedad: las reacciones más comunes a la violencia son el miedo y la ira. La mujer es condicionada a consentir con los hombres por miedo a ser abandonada, a la separación. El hombre abusador juega con el miedo de la mujer aislándola, y, al darse cuenta de su soledad, el miedo de la mujer al abandono se reactiva. El objetivo de la víctima es la "obediencia debida" para no ser abandonada, sintiendo miedo y ansiedad, y haciendo negación (así comienza la "luz de gas" o "gaslighting"). Cuando la mujer se somete a los deseos y necesidades de un abusador paga un alto precio, ya que nunca puede relajarse, ella siente que necesita apaciguarlo cuando está irritable, sufriendo
estrés continuo, cognitivamente se siente expuesta y vulnerable en su seguridad de manera continuada.
2b.
Negación (luz de gas): En el caso de que se produzca un incidente de abuso emocional, la mujer experimenta miedo y/o ansiedad; incitándola a negar la ocurrencia o se resiste a la postura abusiva del hombre. Las mujeres estudiadas utilizaron una serie de mecanismos para posicionarse negando el abuso, en tres niveles. El primer nivel de negación es social, la familia, la iglesia, la justicia o incluso algunos psicólogos hacen más dificil que la mujer víctima de abuso emocional hable o sea escuchada; el segundo nivel es que la propia mujer, en las primeras fases, opta por negar la importancia y el horror del comportamiento de la persona que ama, sea porque se siente incómoda con el término abuso porque es una palabra muy fuerte, porque la mujer cree que vivir en la negación la rescatará, en palabras de una víctima "buscamos a nuestro salvador en la cama mientras realmente reside dentro de nuestra alma... el abusador está detrás de los muros que hemos construido, no nos hemos protegido", además el abusador unas veces maltrata y otras es amable y encantador, la negación es la forma que tiene la víctima para tratar la disonancia cognitiva; el tercer nivel es la negación del abuso sexual y fisico. A través de estudios sobre abuso sexual y violación, se sabe lo que las mujeres no cuentan porque en algunos casos las violaciones literalmente "no existen" ya que la mujer-víctima percibe la experiencia sexual coercitiva como normal y natural dentro del poder desigual en la relación entre ella y el perpetuador, muchas mujeres han sido condicionadas por su familia, iglesia y educación para que crean que el abuso sexual a petición de su marido forma parte de sus deberes de esposa; por último el abuso físico suele producirse cuando la víctima ha sufrido ya una escalada de amenazas siendo la parte física la excepción siendo el abuso emocional la constante, por ejemplo una mujer relata "una sola vez me atacó físicamente, primero hubo sólo menosprecio y luego vino la humillación, terminó con una situación donde él cogió la tetera y, sin ninguna emoción ni decir nada, vertió el agua hirviendo sobre mi brazo"... en estas situaciones la víctima minimiza el incidente, se olvida de él e incluso niega que el incidente sea abusivo, de manera que estos incidentes "me afixió, pero no mucho" se van normalizando y se toman como una cosa normal en la pareja. Algunos investigadores opinan que, incluso cuando las víctimas de abuso emocional relatan que no ha habido maltrato físico, en gran parte de los casos este si ha ocurrido aunque las víctimas o bien no se dan cuenta o no se ha expresado como tal durante las sesiones al estar normalizado.
2c.
Depresión: La ansiedad continuada y la indefensión acaban en un estado depresivo del cual, a la víctima, le cuesta salir. "Los síntomas de la depresión son sorprendentemente parecidos a los síntomas de un espíritu que muere de abuso" Verbal Abuse: Survivors speak out on Relationships and Recovery P. Evans (1993, p.103). Esto lleva a las víctimas a un estado de pasividad, de indefensión aprendida y por último las hace tolerantes a la inconsistencia cognitiva o disonancia cognitiva, cambiando la percepción de las situaciones abusivas para poder sobrevivir.
2d.
Dependencia y obediencia: La persona víctima de abuso emocional se posiciona como dependiente y víctima para acabar sometida a la obediencia debida.
3.
Resistencia al abuso: En este caso, el objetivo de la víctima es ser interdependiente, y mientras que algunas mujeres eligen la negación y otras ceder ante el abuso, hay otras que resisten con tres mecanismos, el primer mecanismo para resistirse al abuso es el enfrentamiento y la resistencia, normalmente la mujer muestra rabia debido al estrés o bien sienten odio hacia el maltratador; el segundo mecanismo para resistir el abuso es el cuestionamiento, cuando la víctima es objetiva y asertiva "coño, me apunto al curso para tener posibilidades de encontrar trabajo"; y un último mecanísmo utilizado por las víctimas para resistirse al abuso es la reflexión, el razonamiento y la discusión racional, esto suele ocurrir cuando la mujer hace terapia y trata de razonar con su conyuge, que responde con mas abuso y opresión "Si trato de razonar con él, empieza a gritarme".
Referencias:
Malherbe, H.D. (2006). Emotional abuse in close relationships: Analysis of women´s experiences as expressed in a therapeutic setting. University of Pretoria etd.
Carrer Castelldefels, 2
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