El trastorno disocial o desorden de conducta es un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos de los demás o se incumplen importantes normas sociales.
Estos comportamientos se dividen en cuatro grupos:
- Comportamientos agresivos que causan daños físicos o amenazas contra la propia persona o contra otras personas o animales.
- Comportamientos no agresivos que causan pérdidas o daños a la propiedad.
- Fraudes o robos.
- Violaciones graves de las normas (como no asistir a clase, fugas o llegar tarde a casa).
Así, estas conductas provocan deterioro en la actividad social, académica o laboral.
Además, el mal comportamiento se lleva a cabo en distintos contextos como el hogar, la escuela o la comunidad.
Las personas con este trastorno suelen iniciar peleas, ser fanfarrones y reaccionar agresivamente ante otros.
En función del diagnóstico (Trastorno Disocial o Trastorno Negativista Desafiante) y de la gravedad del mismo puede hacer terapia de modificación de conducta con técnicas
operantes, como son el modelado y entrenamiento en
habilidades sociales
o terapia racional emotivo conductual.
El hecho de tener pocas habilidades sociales, puede ocasionar no pocos problemas en personas adolescentes. También a la hora de encontrar pareja.
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